miércoles, 31 de agosto de 2011

Café

De entre lo espeso nado a escala en la borra del café. Vistiendo saco puedo ser uno en un lugar que no me es propio. Dentro de la taza el oficio de a poco mata la inseguridad y el ritmo cae golpeando según un control que pensé ajeno pero es tan propio como se pueda pensar. Como es costumbre, y como nunca supe, el oportunismo ayuda a la causa con una mano y otra mano en mi coxis.

Cuando quise vestir mallas y convertirme en luchador tuve que depilarme el cuerpo, quise ser carnicero y laceré mi carne por no tener nada para vender; fui un gran maestre y en el mundo de las ideas me atrapé, para volverme a encontrar vistiendo traje y nadando en una borra de café. Los primero años fueron cálidos y entre lo espeso me mecía; con el frío llegó la compresión, y con la compresión las partículas asfixian, las manos hicieron presión sobre mi coxis y mi coxis quebró, el oportunismo no supo volver a integrarse a la causa; si no consigo otro traje lo inminente será.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Qué difícil para los brazos abrirse paso entre la borra del café. Y si te sacás el saco (me saco el saco) seguro que podés nadar mejor. Pensalo.
    Siempre es lindo leerte little Frank!
    Te mando un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. El problema es hasta cuando hoy por hoy el saco no es piel y cuándo uno puede aprender a nadar con eso. Por que como dijo el gran filósofo Mick Jagger: you cant always get what you want, but if you try sometimes you just may find, you get what you need. jaja Gracias por pasar loca maleeee!

    ResponderEliminar