Feliz

Y él prometió siempre hacerla feliz, y ella sólo necesitaba él cumpliese su promesa. Y él lo intentó pero el inminente peso lo abrumó; entonces confundió lo que una vez dijo, creyendo de ella haberlo oído y esperó cumpliera su promesa.
Durante años ambos desgarraron las entrañas del otro en busca de la felicidad que había prometido; se mutilaron sin darse cuenta que eran sus propias víceras las que debían ser revueltas, era en sus propias úlceras donde debían buscar; eran sus diez metros de intestinos los que nunca los dejarían en paz

Orgullo

Ese gladiador que de rodillas mira absorto cómo su sangre se cuela en la abrasiva arena; cómo el color de sus manos lentamente desaparece, derramado en delicadas gotas que son el último regocijo para su desfalleciente alma.
Ese gladiador esclavo que lucha lo mismo en combate que en ocio, con el letal azul de la daga como con el gastado blanco de sus sábanas; lo mismo contra un adversario que contra sí mismo.. bien sé no puedo apresurar su inminente perecer. Mis manos acarician su cabello mientras él mira absorto cómo su sangre se cuela en la abrasiva arena; cómo con cada delicada gota que cae espero pacientemente lo sorprenda su inesperado final.