lunes, 28 de noviembre de 2011

De un bocado el atado y su sombra

Las llamas que iluminaban desde el hogar

Formaban un halo naranja que cubría

Hasta el punto en donde su esposa, muchos años antes,

Había decretado que estaría el sillón,

Y después de todos esos años ahí se había quedado.

El estaba sentado en una mecedora,

Un poco más cerca del hogar.


De un bocado el atado y su sombra.


Fumo por que no me puedo dormir,

Entre el hogar y el sillón siempre me agarra el sueño.

Al frente mío se da vuelta una cucaracha

Y la miro hasta que se muere sin que la aplasten:

Tanto tiempo hice la misma mueca

Que me duele ahora cuando me rio.


Todas las patas que tenía

Se doblaron y alargaron reflejadas sobre el suelo.

Patearon desesperadas

Tanto en la realidad como

En su reflejo.


Me hago el boludo y digo.


Que no yo no la maté.


De un bocado el atado y su sombra,

Sobre un ambiente envuelto en miel roja.


Ah…


¡Mientras se moría tuve tanto en qué pensar!


Todo lo que observaba me empezaba a mirar

Y a quererme enseñarme,

¿A mí que te di tu vida

Me vas a venir a venir a enseñar?

Cuando me muera no vas a saber

Ni qué eras,

No vas a ser nada.


Un día te vas a llevar una sorpresa y me vas a entender.

Algún día te vas a venir viejo y

Vas a tener que empezar a

Pelear por tus ideas

Y a darte cuenta de que son todos unos pelotudos.


Si te miro no es por que quiera aprender,

Es por que estoy dispuesto a enseñarte.

Si miro la cucaracha

Es por que quiero saber hasta donde puedo llegar

Sin que me importe.


De un bocado el atado y su sombra.

jueves, 17 de noviembre de 2011

I want you heavy

Admito que no me vuelve loco tu esterilla

Pero no te pido que abandones la impostura,

Solamente te pido que la cambies por otra que te quedaría mejor, mucho mejor.


Esa piel blanca pide tinta,

Pide cruces y pieles que adornen blondas ojerosas.

El maquillaje te fue provisto de nacimiento.

Aunque busque no encuentro el color rosa en tu cuerpo,

Siquiera aún cuando te ruborizás,

O en realidad no lo sé,

Por que cuando te ruborizás no te miro.


Te quiero adoradora del metal y así prometo no más sarcasmo.

Ni vana ni profunda, te quiero heavy

Para estirar la magia que así se exhala al terminar.